LOS MÚSICOS y LA MÚSICA
 

 

 

La edición electrónica del Archivo de Música Tradicional y Popular de las comarcas del Jiloca y Campo de Daroca se ha realizado a partir del trabajo de recopilación musical del grupo Lahiez, gracias a la iniciativa de ADRI (Asociación para el Desarrollo Rural Integral de las tierras del Jiloca y Gallocanta),y con la colaboración de la Diputación General de Aragón (DGA). Para cualquier tema relacionado con este sitio web y el archivo de música tradicional contacte con ADRI.

 

Loscos llegó a ser uno de los focos musicales más importantes de toda la zona estudiada, después de un desarrollo singular del hecho musical que giró en torno a dos grupos, el de los Melchores y el de los Sastres4.
Los instrumentos locales más antiguos que se conocen son el pito de caña y las panderetas. Se recuerda el nombre del Tío Cirilo y del Tío Anastasio, que construían y tocaban esas flautas; también a los músicos de cuerda de Monforte de Moyuela conocidos como los Adoberos.
Un músico de importancia para Loscos fue Matías Villanueva Sarto (Loscos 1873-1949), El Ciego de Loscos, que estudió música en Zaragoza y se estableció en Loscos después de casarse con una bailadora de jotas de Torrijo del Campo. Matías cantaba con la guitarra y generó la tradición musical familiar de los Melchores.
Surgieron sucesivamente varios músicos, que se agrupaban para tocar: Manuel Carbó sitúa a partir de 1918 el grupo de  Maximino Juste, laúd; Florencio Rabadán, guitarra, Tomás Bello, guitarra; Melchor Villanueva, acordeón. Con el creciente número de músicos surgió la competencia y se formaron dos grupos con sus resp. Bailes, uno en casa del Tío Palacián y otro en casa del Tío Pedro José.
Melchor Villanueva (hijo del Ciego) tocaba el saxofón y la guitarra.
En 1927 José Gimeno compró un violín y formó un trío con Maximino Juste, laúd, y Florencio Rabadán, guitarra. En los años 40, los hijos de José Gimeno, Delfín y José María, los Sastres, comenzaron a tocar (guitarra y bandurria, respectivamente). José y sus dos hijos hacían baile en Loscos los domingos y eran reclamados por los pueblos vecinos; tocaron en Rudilla, Salcedillo, Fonfría, Piedrahíta, El Colladico, Anadón, Bea, El Colladico.
Por su parte, los nietos de Matías Villanueva (los Melchores) se especializaron igualmente en la cuerda: Félix Villanueva, violín; Melchor Villanueva, guitarra, Pedro Villanueva, guitarra.
Una buena parte de los mozos aprendió a tocar algún instrumento de cuerda; a los citados se añadieron entre otros Marcos Rabadán, guitarra; Miguel Luño, violín, Mariano Bello, guitarra, Santiago Bailo, acordeón, y Manuel Carbó, guitarra y bandurria. Hacia  1947 había dos bailes en el pueblo, uno para los mayores y otro para los más jóvenes.
En aquel tiempo, para las fiestas se contrataba a Santiago el Ciego de Lanzuela, que tocaba el laúd y el violín. Félix y Emiliano Sabirón, gaiteros de Lanzuela, se hacían cargo de las carreras de pollos y de los pasacalles.
Entre 1958-60 hubo un trío, con Delfín Gimeno, violín, Miguel Luño, violín, y Manuel Carbó, guitarra, que tocaba tanto en Loscos como en Fonfría y Monforte. Con el paso del tiempo la población joven disminuyó y las nuevas formas de hacer y reproducir música hicieron el resto. Como en tantos lugares, por no decir todos, el baile de cuerda desapareció, pero la familia Villanueva ha guardado el gusto por esta instrumentación y sus descendientes aún la cultivan.

     
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